Clodomira y sus 128 años de vida (Por el Prof. Luis Alberto Cabello)

Pensar Clodomira como la obra de una primigenia fundación y paulatino desarrollo urbano e institucional sería muy  simple y acotado; la propuesta hoy, en un nuevo aniversario de su reconocimiento como ciudad es presentar sus continuas fundaciones.

La primera es, sin dudas, la de los pioneros, aquellos que llegaron mucho antes del año 1893 y se asentaron en la cercana zona del “Jumialito”; cargados de sueños y proyectos los miembros de la familia Herrera, entroncados con la más alta estirpe de conquistadores de la región y padres fundadores de nuestra provincia, proponían junto a un grupo de hombres y mujeres la radicación de una nueva zona productiva a partir del desmalezamiento, cercado y construcción de viviendas y galpones para el desarrollo de la industria del curtido de cueros, la elaboración de velas y jabones, la cría de animales y la producción a gran escala –para la época- de alfalfa, productos que en una primer etapa serian comercializados a través del envió de grandes caravanas de carros y carretas hacia la provincia de Tucumán y la ciudad de Santiago, proveyéndose en estos centros de todos los productos necesarios para continuar con la vida diaria y el crecimiento de la estancia.

Unos 25 años después, en pleno desarrollo económico, social y político de la familia fundadora y de muchos de los vecinos que dieron vida al polo productivo “El Jumialito”, se producirá otro hito fundamental en sus vidas cuando la llegada del trazado del ferrocarril que cruzaría por sus tierras para unir el litoral del país con el norte argentino diera un gran impulso a la región. La actitud visionaria, el conocimiento del progreso que representaba el camino de acero y las excelentes relaciones que José David Herrera mantenía a nivel nacional y provincial, permitieron establecer negociaciones para que  se establezca no solo una estación o parada de trenes, sino también talleres reparadores de locomotoras y de abastecimiento de agua, que darían vida al nacimiento de un pujante poblado y pondrían en valor todo el trabajo diario y las tierras de la zona.

Desde esos años y hasta 1940 recorremos el camino de la planificación urbana, la creación de las primeras instituciones: escuela primaria, policía, iglesia católica, club atlético Clodomira y Central Norte, municipio, usina para la generación de luz eléctrica y nuestro famoso canal de “La Cuarteada”; como así también el asentamiento de nuevas familias y la habilitación de diferentes comercios, que darán vida y pujanza al pueblo. No se puede dejar de destacar el ingreso y radicación de aquellos inmigrantes Sirio-libaneses que encontraron en nuestra ciudad un lugar para vivir y crecer dignamente.

También son los años de una febril actividad comercial ligada a la puesta en valor de los productos de la zona rural; alfalfa, sandias y melones, tomate, cebolla, postes y leña como así también animales yeguarizos, caprinos y vacunos serán acercados a la ciudad para ser transportados a todos los puntos del país a través del ferrocarril. Con ello surgirá una incipiente clase obrera formada por empleados del ferrocarril, changarines y peones que darán vida a un “paisaje realizado” de toda la ciudad: el frente de la estación y la hoy calle Aramburu serian testimonio diario del trabajo de hombres y mujeres durante gran parte de la jornada, las fondas y lugar de albergue a los peones que debían “pasar noche” en las cercanías pondrían el colorido necesario para mostrar a los asombrados pasajeros de los trenes la pujanza de nuestra ciudad en esa época.

La etapa 1940-1980 es sin dudas la de mayor crecimiento de nuestra ciudad, tanto en el plano político-institucional como económico, a la inmigración sirio-libanesa se le une ahora también la de muchísimos españoles que se dedicaran a trabajar la tierra, la de varias familias  italianas que propondrán el establecimiento de pequeñas industrias ligadas a la alimentación como las panaderías, soderias, fideeras y la llegada de apellidos alemanes, franceses y yugoslavos ligados al ferrocarril y a los servicios de agua, luz y teléfonos.

Es la época de la creación de una nueva escuela primaria, la escuela secundaria, la biblioteca, el cuartel de bomberos, la del reconocimiento de municipalidad de tercera categoría, la del primer asfalto en sus calles, la de la llegada del transporte público de pasajeros con la empresa Santa Ana, la de la creación de la Cooperativa Algodonera –convirtiéndose esta materia prima en competidora de la alfalfa en cuanto a producto primario de la región-  y de la instalación de la “Curtiembre la Unión” en el barrio 27 de Abril.  Muchos de los entrevistados a la hora de indagar e investigar para  escribir del tema denominan a este momento como el de “Modernización y Adelanto Clodomirense”

Esta es sin dudas la “Edad Dorada“ de la ciudad de Clodomira, el crecimiento demográfico de su población invita a la creación de nuevos barrios planificados como el Ricardo Rojas, 27 de Abril, Almirante Brown que se unen a las populosas barriadas de los barrios Gutiérrez, Canal, Villa Nueva, Mendilarzu y Mataderos. Etapa de pleno empleo formal e informal a partir del ferrocarril –es orgullo decir que desde nuestra ciudad salieron muchos de los excelentes maquinistas que tuvo el país-, la curtiembre que trabajaba en tres turnos rotativos las 24 horas del día y daba empleo en el sector privado a casi 140 familias, el trabajo municipal que crecía año tras año, los noveles maestros egresados desde el nivel secundario con orientación docente que se diseminaban por toda la geografía de nuestra provincia; obligando a la creación de nuestro prestigioso Instituto de Formación Docente hacia el final de esos años; y también la de miles de  peones de campo y de ciudad que encontraban el sustento diario en las diferentes tareas que el movimiento económico de la época requería.

A esta etapa de prosperidad sostenida la seguiría una de estancamiento que duraría hasta el año 2004; ligada a los avatares de la política nacional y a las consecuencias cíclicas de nuestra economía primaria. Entre los hechos más destacados y causales de esta problemática pongo en consideración dos: el cierre de muchísimos ramales del ferrocarril en todo el país y el alejamiento de la industria del cuero, dejando ambas actividades sin trabajo a una parte importante de nuestra población local. La actividad agrícola se pudo sostener gracias al ingenio y la laboriosidad de nuestros vecinos rurales que siguieron esforzándose por sacar adelante sus producciones, pero en el camino debieron dejar de lado, los productos estacionales para dedicarse casi exclusivamente al algodón y la alfalfa.

También los desaciertos de los gobernantes provinciales de la época hicieron otro poco y la falta de apoyo a las autoridades locales sumaron otro tanto; de esta manera fue necesario un reacomodamiento de las condiciones de vida de todas la población, lo que trajo como mayor consecuencia la salida hacia otras latitudes de muchos jóvenes en busca de prosperidad y crecimiento personal, pero siempre sin olvidar sus orígenes y ayudando a las familias que quedaban en nuestro lugar. Sin embargo es necesario decir que esta fue una constante no solo para nuestra ciudad, sino también para muchas otras del país.

La última de las etapas fundacionales seria la actual, arranca ingresados en el año 2005 y tiene como ejes fundamentales la estabilidad que se vivió en el país por unos años y el proyecto de obras que se puso en marcha, algunos de los cuales llegaron a nuestra ciudad, especialmente obras públicas como la colocación de luminarias en muchas de sus calles, la pavimentación de otras tantas de ellas, creación de nuevos barrios como el Juan D. Perón, Ramón Carrillo y Néstor Kirchner. A ello podemos sumar el esfuerzo puesto en el área educativa con el ingreso de una gran población estudiantil en el nivel secundario – ahora con muy baja deserción escolar- y especialmente en el nivel terciario con la apertura de nuevas carreras.

Es cierto, aún faltan muchas fundaciones!!! Pero lo logrado en estos 128 años de vida no es poco; y fue hecho no solo por los grandes hombres y mujeres de nuestra ciudad, sino también por todos aquellos seres anónimos que caminaron sus calles y crecieron en ellas (quizás por ello utilicé un solo nombre propio en esta pequeña reseña) a todos ellos vaya mi agradecimiento sincero y hoy como siempre FELIZ ANIVERSARIO MI AMADA CIUDAD DE CLODOMIRA.

Prof. Luis Alberto Cabello, catedrático del espacio de Metodología de la Investigación, del Profesorado de Historia - Instituto de Formacion Docente Nº7 de nuestra Ciudad.

Nuestro medio clodomira.ar agradece el aporte realizado por el Profesor Luis Cabello.