El rol de la mujer en un contexto de dificultades y profundas desigualdades

Dialogamos con la Lic. Florencia Chávez (Psicóloga- MP 569) sobre uno de los temas más importantes en el abordaje de los tratamientos pero paradójicamente menos valorados en la sociedad.

Locales10/03/2022Clodomira.arClodomira.ar
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En estos días en los que se conmemoro la lucha de muchas mujeres que dejaron al descubierto cuán cruel es la sociedad con las mujeres y que las desigualdades tienen que ver casi siempre con cuestiones de género. Nos propusimos llevar la realidad de las mujeres a un plano poco difundido, el de “la discapacidad”. Ser madres de una persona con discapacidad y todo lo que ello implica, sin dejar de ser mujer, libre, empoderada, independiente, emprendedora en un contexto injusto y desigual que nos atribuye solo a las mujeres funciones históricas, según nos expresó la Lic. Chávez. Ser ama de casa, ser madre omnipresente, trabajar para el hogar, dedicarse a resolver todos los problemas de la familia, la vestimenta, la comida de los chicos, la escuela, las compras, las cuentas etc., y al mismo tiempo reflejar para el afuera la imagen “impoluta” por ser mujer.  La sociedad ejerce constantemente una presión extra sobre las mujeres. A tal punto que hasta se juzga a aquellas que no desean ser madres, que hoy por hoy es un derecho que debe ser reconocido. Sin embargo el serlo tampoco nos saca presión social sino todo lo contrario, no exige el doble por ser “Madres”, argumento la Lic. La ética moral de una sociedad que nos indica como debe ser la mujer que es madre, cumplir con las expectativas ¿de quién? ¿De los demás?

Donde queda el lugar de la persona, el lugar de la mujer, quien tiene la última palabra sobre el ejercicio de los roles. Ni pensar cuando se trata de madres de personas con discapacidad, directamente el aspecto de mujer queda totalmente excluido de su vida, no es merecedora de explorar otros caminos, de vivir,  ya que se debe puramente al cuidado de su hijo, y la sociedad castiga de no ser así, se alarma si ella de repente sale a distraerse sola, o con amigas, siendo esto una necesidad.

El prejuicio es muy grande, y aún nos cuesta despojarnos de ello, porque todavía no aprendemos que la mujer engloba muchas otras cosas más, más allá de la maternidad o la profesión, es un ser humano con necesidades emocionales básicas, como despejar la mente con actividades recreativas, como pasar una tarde amena con amigas o simplemente ir a la peluquería para lucir mejor frente a un espejo.  Los invito a reflexionar : detrás de esa madre, que vive en tensión constante, que quizá tuvo un día complicado por no llegar a la terapia de su hijo, o tal vez está cansada, agotada con ganas de sentarse a ver una película y no puede, hay una mujer, hay una persona.

  Cuántas mujeres dejaron de ser mujeres para someterse a una vida cargada de culpas, donde queda su libertad? Donde queda su dignidad como persona, es muy difícil intentar luchar por la dignidad de nuestro hijo con discapacidad si hemos perdido la nuestra. Sentirnos bien físicamente, pero también anímicamente y emocionalmente es fundamental para transmitir lo mejor a nuestros hijos. En nuestro dialogo con algunas madres de niños con discapacidad en nuestra comunidad en todos últimos años pudimos conocer la rutina a la que están sometidas, primero las luchas internas por asumir la enfermedad de su hijo/a luego la peregrinación por los médicos para escuchar un diagnostico lo menos doloroso posible, la lucha diaria por la integración, por el reconocimiento de la obra social, para conseguir medicamentos para acceder a tratamientos, para tener una posibilidad de transporte y movilidad adecuada,  mejorar la calidad de vida en general de una persona con discapacidad en una sociedad clodomirense en la que aún nos falta aprender demasiado.

Ser madre no es una tarea fácil para ninguna mujer, y ser madre de una persona con discapacidad mucho más. Es muy importante educar y acompañar a nuestros hijos desde la conexión, mimarnos y cuidarnos de manera personal es fundamental para poder brindarles lo mejor a nuestros hijos, cambia nuestro chip y cambia todo, sin duda que los altibajos van a estar presentes, al cansancio, el sentimiento de frustración la sensación de llegar tarde a todos lados etc. pero es fundamental entender que cada mujer puede hacer frente a esta situación  cuidando el intelecto, su cuerpo , haciendo gimnasia o cualquier tipo de actividad física, mejorando su aspecto físico poniéndose bonita, activando su vida social su vida amorosa con su pareja o si no la tiene permitirse rehacer su vida porque no, una mejor tiene derechos y el principal para comenzar a luchar contra las demás desigualdades es primero ejercer el derecho a sentirse plena, para ella misma, sentirse bien mimarse y cuidarse, amarse a sí misma sin culpas para poder brindar lo mejor a su hijo/ a que también sentirá una plena felicidad al ver a su madre feliz a pesar de las dificultades.

 

 

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